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Otras Medidas Efectivas de Conservación basadas en Áreas (OMEC)

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La Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza

La definición de Otras Medidas Efectivas de Conservación basadas en Áreas (OMEC), surgió como resultado de la 14ª Convención de los Miembros del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) en noviembre de 2018. En este evento crucial, los participantes adoptaron una definición precisa para las OMEC y delinearon sus principios directrices, características fundamentales y criterios esenciales para su identificación (CDB/COP/DEC/14/8). Estas medidas, si bien pueden tener objetivos de gestión diversos, deben demostrar resultados concretos y efectivos en términos de conservación. La capacidad de las OMEC para contribuir a la formación de sistemas de conservación que sean ecológicamente representativos y es de suma importancia pues dichas medidas se integran en paisajes terrestres y marinos más amplios, generando una serie de resultados positivos para la conservación de la biodiversidad y sus funciones ecosistémicas. En esencia, las OMEC actúan como complementos a las áreas protegidas.

Es importante destacar que el desarrollo de las OMEC no se ha centrado en áreas previamente designadas, sino que abarca sitios geográficamente definidos que históricamente no se habían reconocido por sus valores de conservación, como por ejemplo Sitios consideados Sagrados o algunas zonas militares.

La identificación de OMEC se rige por cuatro criterios fundamentales. En primer lugar, el área no debe tener un reconocimiento formal como área protegida, lo que puede incluir sitios gestionados por comunidades locales o pueblos originarios que, a pesar de cumplir con los elementos de conservación, carecen de designación legal. En segundo lugar, el área debe estar claramente definida geográficamente y contar con un sistema de gobernanza efectivo, ya sea bajo una entidad gubernamental o una autoridad vinculada a la comunidad local. Tercero, las acciones de gestión implementadas en el área deben demostrar una contribución sostenida y efectiva para la conservación in situ de la biodiversidad, incluso si no son su objetivo primordial. Por último, el área debe salvaguardar los servicios ecosistémicos y valores culturales, espirituales, socioeconómicos y otros valores relevantes a nivel local, sin generar impactos negativos en la biodiversidad.

Las OMEC emergen como una herramienta valiosa para fortalecer los esfuerzos de conservación en todo el mundo, aportando una perspectiva innovadora y un enfoque integral hacia la protección de la biodiversidad y los valores inherentes a cada región.

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